Jota aragonesa:
En el mundo hay una España,
y en Aragón una Virgen
y ya no hay cosa mejor.
Es la Virgen del Pilar
la que más altares tiene:
no hay ningún aragonés
e en su pecho no la lleve.
Siempre que me voy del pueblo
me despido de mi madre,
y a la Virgen del Pilar
le pido que me la guarde.
No pases por Zaragoza
sin visitar El Pilar,
que después, en todas partes
por él te han de preguntar.
Mientras viva un español
nunca te podrán faltar
cantos para tus oídos;
besos para tu Pilar.
Una salve y una copla
y un besico en tu Pilar:
¿Qué más quieres, Virgencita,
que yo te pudiera dar?
No te canto despedida,
que es la última canción,
y despedir tu Pilar,
eso nunca lo hago yo.